“Un día sentí que mi luz interior volvía a brillar… y ahora mi corazón late por ayudarte a que encuentres la tuya.”

Desde niña aprendí lo que era vivir con heridas emocionales. Esa experiencia marcó mi manera de ver la vida y despertó en mí la necesidad de entender el comportamiento humano y el valor de la sanación interior.

Me formé como psicóloga y mis primeros años profesionales los dediqué al mundo organizacional. Allí descubrí algo poderoso: así como en la vida personal, también las organizaciones están llenas de personas heridas. Jefes que cargan dolores, empleados que no se sienten suficientes, profesionales que se frenan por sus creencias limitantes.

Entendí que detrás de cada resultado, de cada éxito o fracaso, siempre hay heridas y emociones que lo impactan todo. Con el tiempo me enfoqué en la terapia y el coaching, porque cada persona merece ser sanada y liberada. Yo misma sigo en mi proceso: sigo trabajando en mis heridas, en mis creencias y en mi diálogo interno. Y fue precisamente desde mi propia experiencia que comprendí algo esencial: tratar de sanar sin Dios y hacerlo con Él no es lo mismo. Encontrarme con Él potenció mi camino de sanación y me mostró que todos podemos ser restaurados para construir una vida con propósito, bienestar y equilibrio emocional.

Mi enfoque es integral: sanar no es solo trabajar las emociones, también es transformar hábitos, cuidar el cuerpo, nutrir la mente y abrirnos a lo espiritual. Solo así ocurre una verdadera transformación.

“Mi misión es clara: llegar a tantas vidas como sea posible, para que cada persona pueda sanar sus heridas y despertar el potencial infinito que lleva dentro”